El 03 de junio de 1947, falleció en Lima, el médico y antropólogo peruano, Julio César Tello, cuyos restos fueron sepultados a petición de él, en los jardines de la institución que él mismo ayudó a fundar: el Museo Nacional de Antropología y Arqueología.
Julio C. Tello nace el 11 de abril de 1880, en Huarochirí, en el departamento de Lima. Proveniente de una familia de campesinos, realizó sus estudios en su tierra natal, trasladándose luego a Lima, estudiando en el Colegio Guadalupe.
Ingresa a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de donde se gradúa en noviembre de 1908 como bachiller en medicina, con la tesis “Antigüedad de la Sífilis en el Perú”.
Migra a los Estados Unidos para estudiar becado en la Universidad de Harvard, donde egresa como doctor en Ciencias Antropológicas en 1911. Luego, viajaría a Europa a continuar sus estudios de especialización en el seminario de antropología de la Universidad de Berlín, en 1912.
En 1913 es nombrado director de la sección arqueológica del Museo de Historia Natural, hoy Museo de Arte. Fue diputado por Huarochirí en el Congreso entre los años 1917 y 1929. En 1918 emprende una expedición hacia las ruinas de Chavín, en el departamento de Ancash.
En 1925 sus trabajos lo llevan a descubrir la cultura Paracas y revelar detalles sobre la civilización Chavín. Ese mismo año se crea el Museo Nacional de Antropología y Arqueología para albergar en él los vestigios de nuestra historia. Tello se propuso reunir allí colecciones arqueológicas que se encontraban dispersas y así mostrar la herencia patrimonial de un pasado glorioso. Ejerció también como catedrático de arqueología americana y peruana y de antropología general.
Publicó sus trabajos de investigación, que daban a conocer la historia antigua del Perú y sus civilizaciones. Entre sus obras destacan “Wiracocha” (1923) y “Arte antiguo peruano – tecnología y morfología” (1938).