Muchos medios de comunicación de la Provincia de Huaral se ocupan desde hace casi un año, del atrincheramiento del ex gerente Fernando Vílchez Bula, dado de baja por la Junta de Accionistas de la empresa EMAPA Huaral, de la pobreza de su obstinada gestión, que ha ocasionado la falta de agua en grandes sectores de la población y sobre todo que no rinde cuentas a nadie, lo que convierte su labor en algo turbio, lejos de toda transparencia que debiera caracterizar al manejo de una empresa que es de toda la población huaralina.
Sin embargo, hace unos días, al ser entrevistada por un medio, la Consejera Regional de Barranca, Lic. Beatriz Eugenia Castillo Ochoa, que es Presidenta de la Comisión encargada de evaluar a los representantes regionales de las EPS, trató de explicar el embrollo de cambiar al actual representante en EMAPA Huaral, Fortunato Bustillos, como si eso significara la solución de este caótico problema que a los huaralinos ya nos tiene hasta la coronilla.
Pero lo que más llama la atención es que sus palabras nos producen la sensación de que el Consejero Regional por Huaral, Lic. Oswaldo Merino Espinal o el Coordinador Zonal Juan Sarmiento Verástegui, no han hablado jamás ante el Gobierno Regional, de la tragedia que vive Huaral con el caso EMAPA.
Realmente no nos podemos explicar de qué manera el posible cambio apresurado de Bustillos, resolvería el caso del empecinado ex gerente Vílchez Bula, sabiendo además que Bustillos tiene la resolución hasta diciembre de este año y es la persona que ha estado denunciando los malos manejos que viene haciendo el despedido ex gerente. O tenemos que pensar que los miembros del Consejo Regional ya están vinculados con él.
