A muchos la palabra vendimia les suena a fiesta, a cantidades industriales de alcohol, pisada de uvas y diversión para regalar. Se olvidan que realmente se refiere a la recolección y cosecha de las vides, arduo trabajo que la experta en vinos y piscos Soledad Marroquín nos lleva a conocer de cerca.
En el más reciente post de su blog Destilando pisco, Marroquín nos cuenta su experiencia recolectando uvas bajo el sol de Cañete, una tarea que no resulta para nada sencilla.
“Los racimos no están expuestos, hay que buscarlos entre las hojas, tomarlos con cuidado y cortar sin dañar. Si se aprieta mucho el racimo, se revientan los granos, el jugo moja las manos, se vuelven pegajosas por el dulzor y se complica la tarea. El corte debe hacerse sin maltratar ni el racimo ni la vid (¿quién dijo que esto era un trabajo fácil?). El sol sigue pegando con fuerza”.
La mayor parte de encargadas de recolectar las vides son mujeres y Marroquín se encarga de ensalzar su arduo trabajo.