Los familiares, amigos y vecinos del empresario hotelero Marcos Quillay, que fuera asesinado por 2 delincuentes en su vivienda ubicada en la calle 28 de Julio, convirtieron su entierro el día de ayer, en una movilización de protesta.
Primero se dirigieron a la Comisaría de Huaral en la Av. Del Solar, pidiendo a gritos que se haga justicia. Un efectivo les indicó que ellos cumplieron con su deber con una rápida captura de los asesinos.
Luego de dirigieron a la Fiscalía, pidiendo a voz en cuello, cadena perpetua para los homicidas, conversando con 2 representantes del Ministerio Público, donde además se quejaron que es esa dependencia la que siempre deja en libertad a los delincuentes.
Continuaron con el sepelio, esperando que las autoridades hayan tomado nota de esta protesta que es casi un clamor de la población huaralina.