Juanes cambiará el micrófono por las rotativas. El cantante dirigirá la edición dominical del principal diario colombiano, ‘El Tiempo’, el domingo 23, para enfocar todo su contenido en torno a la reconciliación.
Lo hará porque siempre ha promovido esfuerzos que ayuden a cerrar las heridas abiertas entre sus compatriotas, en un conflicto bélico que va para el medio siglo y que aún sigue vivo.
Y coincide con un momento donde la paz está en labios de todos en esta nación sudamericana, dado que el 8 de octubre próximo arrancará en Oslo, Noruega, un nuevo proceso de negociación entre el Gobierno y las FARC. En paralelo a las conversaciones, Juanes y la directiva del diario consideran necesario concienciar a la sociedad de su papel a la hora de reintegrar a los combatientes y lograr que las víctimas perdonen.
Despertar la conciencia
«El objetivo es despertar la conciencia sobre la reconciliación y el perdón en un momento en que hay que empezar a pensar sobre estos asuntos. Se trata de abrir la conciencia, alimentar el imaginario con información positiva sobre la reconciliación», explicó Juanes.
El artista, nacido en Medellín, y su Fundación Mi Sangre lideran también, junto a la Casa Editorial ‘El Tiempo’ y su director, Roberto Pombo, un foro donde distintas personalidades del mundo, que estuvieron inmersas en otros conflictos, han contado su experiencia bajo el lema ‘Es tiempo de cambiar’.
‘Cambiar el chip’
Sobre su papel de director de ‘El Tiempo’ por un día, Juanes manifestó que «la experiencia ha sido muy interesante y nueva para mí. Es la posibilidad de expresar sentimientos e ideas y plasmarlos en una edición que nos pone a pensar y reflexionar sobre lo que estamos viviendo y lo que podríamos empezar a vivir; cambiar el chip».
No es la primera vez que el artista se involucra en cuestiones que tienen que ver con la guerra y la paz. Una de sus canciones, por ejemplo, habla sobre la tragedia de las minas anti-persona, y ha celebrado más de un concierto para llamar la atención sobre las víctimas de ese tipo de arma, silenciosa y sanguinaria, que cada año mata y mutila a decenas de colombianos, tanto militares como civiles.
Y en incontables ocasiones ha confraternizado tanto con soldados como con ex guerrilleros con un mensaje destinado a buscar caminos de reconciliación que conduzcan a una paz verdadera.
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