Esta bodega submarina ha lanzado un nuevo concepto al mundo. En 2004, el dueño de la bodega «Viña Casanueva», Patricio Casanova y sus amigos enólogos, obsesionados con el mar, descubrieron durante una inmersión que en el fondo marino, la temperatura del agua y la vegetación son muy adecuadas para el almacenamiento de vino. Entonces empezaron a tratar de almacenar vino en el fondo del mar. La industria vitivinícola de Chile es muy tradicional y las nuevas ideas se encuentran con muchas dificultades. En aquel momento, la gente pensaba que estaban locos.
«Desde la antigüedad, las profundidades del océano han sido un mundo misterioso. Innumerables tesoros y leyendas se esconden allí, esperando a que alguien valiente las explore y desarrolle. Productores chilenos han conseguido criar vino en cuevas submarinas, lo que hace que este vino de las profundidades del océano sea único en el mundo».
Para tener vino debajo del mar hay que cumplir algunos requisitos medioambientales muy estrictos. Se requiere una profundidad de 50 metros y la temperatura del agua tiene que ser constante, alrededor de 10 grados, por las corrientes oceánicas que lo rodean regularmente. Patricio Casanova seleccionó el fondo del mar del Océano Pacífico Central, en Chile. Después de dos años de investigación y depuración del medio ambiente, finalmente, cuentan con un buen número de vinos finos. Este vino combina el sabor del mar, tiene un aroma más pronunciado y los minerales se han incrementado significativamente. Además, el sabor es más suave. La bodega lo ha denominado «Reserva Marina».
Buzos profesionales sacan cada botella de vino desde los fondos marinos. El cliente también puede bucear en el Pacífico para recoger su botella de vino favorita, acompañado de un buceador profesional. Es sin duda una experiencia única y memorable.
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