Nuestro elemental conocimiento de la vida nos enseña que “Los hombres pasan, las instituciones quedan”. No se puede alegar con tanta simpleza, que hay que reunir al Concejo Municipal del 2010 para que declare la Vacancia del Alcalde Jaime Uribe y que el actual Concejo no tiene potestad jurídica para hacerlo.
Pero otro dicho dice: “Más vale morir intentado, que vivir lamentándose de no haberlo intentado”. Éste último parece iluminar al ex alcalde, que no quiere dar su brazo a torcer en su deseo de retornar al sillón municipal. Se aferra al cargo porque su soberbia le hizo entender muy tarde, que con él perdió soga y cabra.
Pero como el conocido abogado Roger Rojas suele decir: Todo puede pasar en esta Villa del Señor. Mientras tanto la actual gestión duerme y duerme. Cuidado, que al camarón dormido se lo lleva la corriente.