José ramos Casazola
La inminente vacancia del Dr. Jaime Uribe Ochoa, debe llamarnos a los huaralinos a una profunda reflexión, a todos sin excepción a gobernantes y gobernados, a opositores y oficialistas, a quienes de una u otra manera, participamos directa o indirectamente de la cosa pública en Huaral, esta crisis endémica, que padecemos los huaralinos con alcaldes vacados, suspendidos y tenientes alcaldes convertidos en alcaldes, no es beneficiosa para el desarrollo de nuestro pueblo, al contrario genera inestabilidad y caos, lo que permite a la vez, que los corruptos que nunca faltan, hagan de la suya, en este río revuelto, en que se ha convertido nuestro querido Huaral.
La primera lección.- Los futuros y potenciales candidatos a la alcaldía y todos los políticos en general, deben aprender, que en política, no hay enemigo chico, no se puede subestimar a nadie y mucho menos en el campo siempre minado de la actividad judicial, verbi gracia: Marín fue vacado por entregar una factura de su empresa, Perea fue vacado por no apelar y Uribe sería vacado por no saber pedir disculpas a tiempo, sobre todo tratándose de una dama.
La segunda lección.-El gobernante debe pisar tierra, es común escuchar, que el poder marea, que tiene un poder mefistofélico, que muchas veces vuelve a la gente fatua, vanidosa, caprichosa e intolerante y por eso es necesario recordar, que la primera lección que debe aprender un gobernante es la humildad, en la medida en que tengamos absoluta conciencia, que el poder temporal es eso, efímero y que solamente administramos, por delegación un mandato popular, entenderemos que una conducta humilde y servicial nos ayudará a gobernar.
La tercera lección.- Cuando uno es autoridad debe comportarse respetando su investidura, lo que en otros términos significa, que así como es necesario actuar con humildad, también es menester entender, que el cargo te pone en la mira del pueblo y que por lo tanto tu conducta debe ser acorde con la investidura que has asumido, el gobernante debe respetar el cargo, y respetar al pueblo, debe conducirse con mucho decoro, con sapiencia y dándole al cargo la real dimensión ética que ostenta, verbi gracia: Si Uribe hubiese tenido más decoro, no hubiese dado esa entrevista fatal y estúpida que le concedió al periodista Jaime Toledo y que a la postre ha significado que pierda el cargo.
La cuarta lección.-El gobernante debe rodearse de técnicos y asesores, que no solamente do minen su campo, sino que su comportamiento también sea el adecuado, es decir que también tengan humildad, que pisen tierra y actúen con decoro, por que de nada valdría, que el alcalde sea un dechado de virtudes, si tiene de consejeros y técnicos a cleptómanos, fatuos, intolerantes y por que no decirlo estólidos funcionarios.
La quinta lección.- Tanto los gobernantes como los gobernados, debemos aprender a respetar la Ley, entender que existe un principio de legalidad, que debemos respetar y al cual estamos sometidos todos sin excepción; en la medida que un pueblo y sobre todos su gobernantes respeten la ley, no hay posibilidad de vacancia ,ni suspensión ni revocatoria , si el gobernante respeta la ley ,dudo mucho que pueda tener problemas en su gestión,. Caso contrario tendrá un rosario de denuncias en corto tiempo Verbi Gracia: el actual alcalde Víctor Bazán
La sexta lección.-En Huaral da la impresión, que la gente no conoce el término concertar, pactar, no entienden que estamos casi al abismo y que la historia demanda de sus hijos que seamos capaces de ponernos de acuerdo en un proyecto común, tiene que existir una sinergia política y entender de una vez por todas ,que no todos pueden ser alcalde, pero si podemos tener un frente amplio que acabe con esa maldición de ser gobernados por gente de afuera, elevo mi voz de protesta, frente a este capricho de la historia de tener funcionarios y alcaldes de otro sitio , el señor Bazán es un accidente de la historia y espero que sea el ultimo, aprendamos la lección y actuemos con la unión que necesitamos , sería el colmo que el soberbio y vanidoso Juanelo tenga que gobernarnos, sería aceptar que somos incapaces de ser los constructores de nuestra historia, si Juanelo postula es su derecho, pero nuestro deber, es no permitir que las próximas generaciones nos condenen por permitir que un chancayano sea nuestro alcalde, los huaralinos de antes jamás lo hubiesen permitido.