La provincia de Cañete, y en especial el distrito de Lunahuaná, ex bastión de Javier Alvarado, ven afectada la integridad y la salud de sus habitantes por la presencia de la transnacional minera INMET PERU, de capitales canadienses, que retoma sus actividades, constituyéndose en una amenaza ambiental y de daño a las zonas agrícolas, plasmadas en la presencia de enfermedades broncopulmonares y de la piel.
Las organizaciones sociales de Yauyos y Cañete se unen frente a los intereses de esta transnacional y exigirán al presidente regional que asuma una posición firme para impedir su funcionamiento y que la autoridad regional no cometa los mismos errores que en Barranca y Huaral al permitir apoyar con fondos del Estado a las empresas que contaminan los pueblos de la región.
Como se sabe en estas provincias ya están operando las empresas: AIPSA en Paramonga y RIO SECO en Huaral, con el respaldo del presidente regional, dando la espalda al clamor del pueblo que es el que sufre las consecuencias de la contaminación ambiental.