El terremoto en la región de Emilia Romaña (norte de Italia) ha causado siete muertos y 47 heridos y ha obligado a la evacuación de 5.000 personas, a la vez que ha ocasionado daños a la agricultura por valor de 200 millones de euros y ha destruido importantes monumentos de la zona.
Estos datos oficiales fueron facilitados hoy por la Región de Emilia Romaña, un día después del temblor de tierra de 5,9 grados en la escala de Richter que sacudió esa zona italiana, en la que en las últimas 24 horas se han registrado cerca de 180 réplicas, algunas con una magnitud que superó los 5 grados.
El presidente de la Región, Vasco Errani, ha pedido al Gobierno la declaración del estado de emergencia nacional, lo que estudiará mañana el Consejo de Ministros italiano.
El subsecretario de la presidencia del Gobierno de Mario Monti, Antonio Catricala, quien se encuentra en la zona, dijo hoy que el Ejecutivo no abandonará a la región, tras reconocer que la situación «es seria» y los daños muchos.
De las siete víctimas, dos murieron al desplomarse una factoría de cerámica en Sant»Agostino, en la provincia de Ferrara, en la que trabajaban.
Igual suerte corrió un marroquí que falleció al derrumbarse la fábrica de metal en la que trabajaba, mientras que un cuarto cadáver fue hallado en una zona industrial en Bondeno, a unos 15 kilómetros de Sant»Agostino.
«Que en 2012 se desplomen naves construidas en los últimos diez años nos tiene que hacer reflexionar», dijo el jefe de Protección Civil, Franco Gabrielli, preocupado por la seguridad en las construcciones modernas.
También fallecieron una mujer alemana de 37 años y dos ancianas de 87 y 103 años, todas ellas, según la prensa local, debido al pánico.
El mal tiempo, con lluvia y frío, que reina en la región dificultó las tareas de ayuda a los vecinos de las localidades afectadas, sobre todo Mirandola, San Felice, Sant»Agostino y Finale Emilia, y la instalación de estructuras de campaña en centros deportivos y escuelas.
Protección Civil informó de que está preparando cerca de 5.000 camas para cobijar a los casi 5.000 evacuados, de los que cerca de 1.300 viven en la provincia de Ferrara, unos 300 en la de Bolonia y el resto en la de Módena.
Muchos vecinos de las localidades afectadas prefirieron pasar la pasada noche en coches antes que dormir en sus casas, ante el temor a que las incesantes réplicas pudieran acarrear nuevos daños.
Y es que, según el Instituto Nacional italiano de Geofísica y Vulcanología, en estas algo más de 24 horas se han registrado cerca de 180 réplicas, de ellas dos de más de 5 grados Richter y ocho de entre 4 y 5.
Vasco Errani dijo hoy que la prioridad del gobierno regional es dar asistencia inmediata a los damnificados y verificar el estado de las viviendas para que puedan volver a sus casas lo antes posible.
También verificar el estado de las escuelas, para que se reanuden lo más pronto posibles las clases, ya que se está a final de curso.
Respecto a la cuantía de los daños, Coldiretti, la asociación de agricultores más importante de Italia, aseguró que sólo en ese sector superan los 200 millones de euros, entre edificios rurales dañados, maquinaria estropeada, animales muertos y 400.000 quesos del famoso y preciado Parmigiano Reggiano y Grana Padano inservibles al derrumbarse las estanterías de las queserías donde se produce.
Más elevada será la cifra de los desperfectos causados al patrimonio artístico de la región, que ha quedado gravemente dañado, como la torre del reloj o torre de los Modeneses, de Finale Emilia, construida en 1213 y que se partió por la mitad.
También están muy dañados la Rocca y el Duomo (catedral) de Finale Emilia, el Castillo Lambertini de Poggio Renatico, la iglesia de San Pablo en Mirabello y el Ayuntamiento de Sant»Agostino.
Asimismo, han sufrido daños el Museo Arqueológico y la Pinacoteca de Ferrara y la Galeria Estense, de Módena.
Para evitar robos de obras de arte de iglesias y otros edificios afectados, los carabineros del departamento de Tutela del Patrimonio Cultural han creado patrullas con agentes de paisano que hacen rondas continúas ante los monumentos dañados.
Varios centros sanitarios de Finale Emilia y Mirandola también se ha visto afectados.
EFE