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No se atrevan contra Pedrito Ruiz

En las últimas horas, en las calles de Huaral se comenta, se discute y se sanciona respecto a la salida de Pedro Ruiz La Rosa de la dirección de la Escuela Municipal del Deporte.

Alguna desaforada mente planteó el retiro de toda la directiva de la Escuela, para contratar nuevo personal, rebajando los sueldos, incluido el del maestro Pedrito Ruiz.

Como en toda institución de una sociedad competitiva como la nuestra, la idea es parcialmente aceptable, pero tocar a Pedrito Ruiz es una herejía.

Muchos peruanos y sudamericanos ni siquiera sabrán que Huaral existe, pero con toda certeza, saben, conocen o escucharon quien fue Pedrito Ruiz.

Es el hombre que llevó de la mano a un equipo de futbol a la gloria inigualable e imperecedera de ser el Primer Campeón Provinciano del descentralizado del Perú. A ese equipo, el Unión Huaral, lo llamaron ¨Pedrito y su Ballet¨ y ese noble, sencillo y humilde huaralino hizo que este pueblo fuera famoso y reconocido en todo el Perú, América y el mundo.

A donde fuera llenaba estadios y una sola jugada, de esas que hacía con maestría y picardía, era suficiente para salir convencido que se había conocido a un ídolo, a un as, a un prodigio del balompié, a un grande entre los grandes.


Por él saltamos de alegría, gritamos hasta enronquecer, nos sentimos orgullosos de nuestra tierra. Pudo irse a otros países a buscar progreso y riqueza personal, pero se quedó en el Huaral de sus amores.

No se le puede mezquinar un sueldo a este hombre, que en vida debiera tener un monumento o un parque con su nombre, porque es una imagen de Huaral. Sólo así podremos demostrar a las generaciones venideras que somos agradecidos por la felicidad que nos dio.

Lanzamos la propuesta de nombrarlo EMBAJADOR DEPORTIVO DE HUARAL, porque es y seguirá siendo un personaje que inspira a los niños y jóvenes de todo el Perú, historia viviente de ese gran futbol que ya casi no tiene nuestro país.

No podemos ser tacaños, avaros, miserables, mezquinos, con él. Al contrario, ahora en vida, debemos demostrarle nuestro cariño, agradecimiento y reconocimiento por la alegría, la dicha, la gloria, la fama, la reputación y el renombre que alcanzamos gracias a él.

La voz del pueblo es la voz de Dios y el pueblo huaralino ahora más que nunca, exige respeto y gratitud por su Pedrito Ruiz, sino qué ejemplo le dejamos a nuestros hijos.
Por eso hacemos un llamado a nuestras autoridades y en especial al alcalde Víctor Bazán, para que no se cometa una injusticia que le haría pasar a la historia con un terrible y desagradable recuerdo.

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