Por: Juan José Ramos Casazola
En la obra cumbre de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, el licenciado Sansón Carrasco le responde al Caballero de la Triste Figura, cuando le pregunta por la primera parte “Stultorum infinitus es numerus” “es infinito el número de los necios”.
Esta frase, que algunos consideran se encuentra en la Biblia, en el Libro Eclesiastés, viene a colación, al haber escuchado por parte del excelentísimo señor alcalde de la Villa de Arnedo Dr. Juan Álvarez Andrade, más conocido como Juanelo, que está totalmente de acuerdo con la construcción del penal y que si de su distrito se tratase, igualmente estaría contento con una cárcel en Chancay, por que no se puede parar la inversión pública.
Cuanta razón tenía Arthur Schopenhauer cuando señala en “Parerga y Paraliponema” “que solamente has dos cosas inconmensurables, una es el universo y la otra es la estupidez”; cuando escuché la entrevista quedé anonadado, siempre he pensado que Juanelo tiene muy poco brillo, que no es una persona talentosa y brillante, que sus conocimientos son muy escasos, hasta diría sin animus difamandi que es inculto y peca de soberbio, sin embargo su declaración impropia política y éticamente, no solamente es una estolidez, sino que tiene el agravante de insultar la inteligencia de los huaralinos y esto no se lo permito a nadie.
Si para desgracia de los huaralinos este señor, que para colmo y vergüenza de los hombres de leyes es Abogado, tuviera la oportunidad de ser nuestro burgomaestre, estaría totalmente de acuerdo, que Huaral se llenase de cárceles, sin importarle un pepino la seguridad ciudadana y amparándose en una estadística poco creíble, nos convertiría en la provincia de los Penales, creo que esto demuestra el grado de perversión moral y soberbia a la que ha descendido Juanelo, ya que una persona en su sano juicio, jamás estaría de acuerdo con proyectos, que si bies es cierto son públicos ,generan ulteriormente consecuencias nefastas para la ciudad de Huaral.
Como Juanelo no es huaralino, no tiene el más mínimo respeto por nuestros conciudadanos, y así todavía pretende ser Alcalde de Huaral, ¡Dios nos coja confesados!; si esto sucede sería una calamidad, sería una tragedia para Huaral, que un hombre que esta de acuerdo con el Penal de Aucallama II, se convierta por obra y gracia del voto popular en nuestro Alcalde.
El señor Juanelo, no tiene respeto por los miles de huaralinos, que han sido víctima durante estos últimos años, de robos, asaltos, homicidios, asesinatos; no tiene aprecio por la viudas, huérfanos que claman justicia, el no siente un ápice de solidaridad con estas víctimas, ni con los empresarios huaralinos que pagan cupos y son sometidos a extorsión desde los penales, es una lástima que este señor, ensoberbecido, desde su burbuja del poder, no sienta lo que nosotros padecemos día a día.
Los argumentos de Juanelo no resisten el menor análisis, ni lógico, ni político, ni económico, ni social, sus argumentos tienen el valor de un argumento pueril, de un infante que no conoce la realidad de Huaral; el alcalde carcelero, adolece de la más mínima conmiseración para las victimas de todo calibre que existen en Huaral, desde que llegó el nefasto penal de Aucallama.
Que pena, que un alcalde de un distrito tan querido como Chancay, haya ofendido a toda la provincia con una declaración digna de un gran mentecato. Más respeto Míster Juanelo.