Con el fin de articular un trabajo conjunto a favor de una educación pertinente, de mayor calidad y acorde a las necesidades de los sectores empresariales, representantes del SINEACE y empresarios asociados a la Sociedad Nacional de Industrias, se reunieron el día de ayer.
Durante la reunión, los miembros del sector empresarial manifestaron su preocupación porque actualmente los jóvenes que egresan de las universidades e institutos no se encuentran preparados para insertarse directamente al mercado laboral. Señalaron que uno de los problemas estructurales es la ineficiente educación recibida y la falta de innovación. “Sin estos dos factores ninguna sociedad puede brindar productos y servicios de calidad, por lo cual son indispensables para el crecimiento de nuestra economía, siendo la única vía para mejorar nuestro mercado”, resaltó Dante Carhuavilca, Jefe del Instituto de Estudios Económicos y Sociales de la SNI.
Por su parte la Dra. Peregrina Morgan Lora, presidenta del SINEACE (Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa), se dirigió a los empresarios manifestándoles que la educación necesita de un trabajo conjunto, y por eso se buscó ese espacio de diálogo. “Queremos saber de sus demandas reales, escucharlos e incluir sus impresiones y opiniones en la agenda del SINEACE”, afirmó la Dra. Morgan.
De otro lado, Morgan Lora manifestó su preocupación de que según cifras halladas por este organismo, sólo el 45% de los peruanos estén satisfechos con su profesión y trabajo, y más aún que solamente el 35% esté desempeñándose en su especialidad.
Cabe resaltar que de acuerdo a los estudios realizados por el SINEACE a través de su proyecto de “Mejora de la Calidad de la Educación Superior – PROCALIDAD”, los principales problemas de la brecha existente entre la oferta formativa y la demanda laboral, son la desarticulación con los requerimientos de desarrollo del país, la alta heterogeneidad de calidad existente y la poca investigación e innovación que se realiza.
Esta reunión ha marcado el inicio del desafío por la mejora de la calidad educativa, a través de la concertación y el diálogo sobre la necesidad de que las instituciones acrediten sus servicios educativos y que los trabajadores certifiquen sus competencias para desempeñarse eficientemente, requiriendo para esto del compromiso, esfuerzo, coordinación y participación de todos los sectores involucrados.