El ministro de Justicia, Francisco Eguiguren, pidió hoy que se investigue a las personas que están agitando a la población de Cañete para que bloquee la Panamericana Sur y pidió que los manifestantes recapaciten y deslinden con quienes cometen actos vandálicos.
Subrayó que en esa provincia no se va construir un nuevo penal, sino que se mejorará el ya existente, por lo que no hay razón para realizar una protesta en ese sentido.
“Es irrazonable protestar por una obra de ese tipo, que quiere mejorar las condiciones de dignidad de los internos y que no le afecta en nada a la población, porque es un penal (de Cañete) que ya existe y con población que ya esta ahí”, afirmó.
Como se recuerda, parte de la población de Cañete, al sur de Lima, inició esta semana una protesta contra una supuesta construcción de un nuevo penal, pero el Ministerio de Justicia aclaró que sólo se trataba de dos nuevos pabellones.
“Ojalá que la población recapacite y se dé cuenta que es legítima la protesta y expresar las ideas, pero eso no puede confundirse con actos de vandalismo y delincuencia que no pueden ser tolerados, más aún respecto a un gobierno y autoridades que han estado conversando”, aseguró.
En ese sentido, pidió una investigación respecto a aquellas personas que están agitando a la población a cometer “posturas extremas” y a qué intereses responden quiénes lo hacen.
“La población debe entender que no se va a construir un nuevo penal, que nosotros no lo habíamos propuesto, aunque es necesario. Lo que se quiere es mejorar el actual penal para que los internos tengan mejores condiciones”, refirió.
Asimismo, anunció que la obra de ampliación de los dos pabellones “no se iniciará” hasta que exista un clima “de acuerdo” con la población y las autoridades de la ciudad sureña.
“Invoco a las población y a las autoridades que actúen con prudencia y reflexión, pero sin violencia por que esta no es la manera de expresar sus puntos de vista con desmanes y delincuencia”, indicó en RPP.
Eguiguren recordó que en el actual penal de Cañete los internos viven en condiciones precarias e inhumanas, debido a que fue construido para albergar a 800 personas y que, en la actualidad, recibe a más de 3 mil.
“Lo que se planteó fue la construcción de 2 pabellones y de unos talleres de capacitación, para mejorar un poco la condición de hacinamiento con el compromiso de no llevar ningún interno a este penal”, manifestó.
Por su parte, el jefe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), José Luis Pérez Guadalupe, señaló que el acuerdo con las autoridades cañetanas es que no hayan más de 3 mil 200 internos en el penal de esta ciudad.
ANDINA
