En pleno festival gastronómico que se desarrollaba en la Plaza de Armas de Huaral, un equipo de trabajadores realizaba el pintado del piso, utilizando sopletes que como se sabe, arrojan el fluido a regular distancia, además de las sustancias toxicas que contienen.
Esta actitud que realmente ha sido un atentado contra la salud de toda la población presente en este evento, que quiera aceptarlo o no el Señor Valencia Rincón, han ingerido los productos gastronómicos embadurnados de Tóxicos.
El Gerente Municipal, que siempre cree tener la razón, no acepta que es una negligencia. Se pudo hacer el pintado de noche, o unos días antes, cuando no había actividades públicas en la plaza, menos gastronómicas.