Cuando hablamos de la crisis moral que atraviesa nuestra sociedad, buscamos responsables en el lugar incorrecto, porque son a veces nuestras mismas autoridades las que fomentan los desvalores y el deterioro de los principales morales, muchas veces pasados a planos inferiores frente a interese económicos.
El complejo deportivo de colegio Nuestra Señora del Carmen será escenario en los próximos 10 días, de la feria “Inclusión Huaralina”.
Será ocupado por negociantes de toda índole y en las noches será escenario borrascosos conciertos musicales, que sabemos culminan en alcohólicas y desenfrenadas parrandas.
Hasta ahí, el asunto es casi normal en estos tiempos, pero se trata de un local escolar: ¿Se ha pensado que se trata de una institución donde se imparte cultura? ; ¿Dónde harán educación física los jóvenes, durante estos 10 días ¿ Tiene la directora de la Institución educativa autoridad para hacer esta cesión? ¿No ha dicho nada, la Directora de la UGEL Nº10 al respecto? Y ¿Cuál ha sido la posición del Regidor de cultura de la Municipalidad?
Es evidente, muchas cosas se hacen pensando primero en la billetera que la enseñanza y el respeto que también se merecen nuestros jóvenes, futuros de nuestra sociedad y nuestro país.