Días antes de las celebraciones centrales, cientos de devotos de la “Patrona de América” ya desfilan por el emblemático santuario. Serenazgo garantiza seguridad para visitantes.
Pese a que recién el 30 de agosto se celebra el día de Santa Rosa de Lima, acaso una de la santas más queridas por todos los católicos peruanos, desde ayer cientos de fieles se dirigieron a la casona de la también llamada Patrona de América, ubicada en el pleno centro de Lima.
Desde las primeras horas de la mañana, los devotos acudieron al lugar, con hoja y lapicero en ambas manos con el fin de dejar a Santa Rosa sus cartas con pedidos, o de simple agradecimiento por un año más de vida, como reza la tradición cada año.
Juan Pérez nos cuenta que hace cuatro años que no asiste al día central festivo de Santa Rosa de Lima. Este año iba a ser la quinta vez. Por ello, para no quedar mal con su devoción, vino ayer, muy a pesar de encontrarse mal de la columna, hecho que le impide movilizarse cómodamente.
LA PRIMERA lo encontró en plena redacción de su carta, concentrado, pese al bullicio de los niños que pululaban por los alrededores. “Aunque no puedo caminar muy bien, he venido hoy para afirmar mi fe. En mi carta, no he pedido ningún deseo, sino agradecimiento a Santa Rosa que siempre me acompaña”, nos cuenta, mientras arroja su carta al pozo que se encuentra en el Jardín de Santa Rosa. Su carta era, en realidad, una hoja arrancada de cuaderno metida en un pequeño sobre de manila.
Pero, en este caso, el medio no importa. Según el párroco del convento de Santa Rosa, Manuel Álvarez, el devoto debe cumplir en correspondencia a su fe.
“El pozo significa la petición, pero lo importante es pedir desde nuestro interior. Rosa de Santa María no necesita fono. Escucha desde lo que uno escribe. Lo importante es que la petición se haga con sentido de fe y amor”, explicó Álvarez.
El religioso informó que no es necesario que los devotos dejen sus deseos en el pozo, el mismo 30 de agosto, ya que el Jardín de Santa Rosa está abierto todo el año.
seguridad
Personal de Serenazgo dijo a LA PRIMERA que desde la semana pasada se vienen tomando las medidas del caso, para prevenir incidentes u otros inconvenientes debido a la aglomeración de la gente que acudirá al santuario. En especial el día 30 de agosto, donde se espera a miles de personas que acudirán desde las primeras horas de la mañana en compañía de amigos y familiares.
Por ello, recomendaron a los visitantes que mañana eviten ir con menores de ocho años, pues por la misma cantidad de gente que se espera ver, se podrían perder. Desde las 5 de la mañana, se abrirán las puertas al público hasta las nueve de la noche.
