Escribe: Pedro N. Castañeda Pardo
La natural preocupación de saber de dónde venimos y hacia dónde vamos, el día de hoy, nos llevó junto a un grupo de amigos a recorrer parte de nuestra provincia de Huaral. Y no fue necesario irnos muy lejos. Esta vez lo hicimos a escasos 5 kilómetros de la localidad de Chancay, donde encontramos a un imponente vestigio de la cultura Chancay: LAURI, otrora pueblo de esa milenaria cultura que se desarrolló en el periodo intermedio tardío.
Pero grande fue nuestra sorpresa, cuando en el recorrido encontramos un pueblo “muerto”, no por su esencia misma, sino por el olvido de sus autoridades. En él pudimos encontrar rastros recientes de algún profanador de tumbas, que había estado por esos lugares, quizás para llevarse lo poco que permanece en las profundidades, ya que el corazón de este pueblo se lo han llevado hace mucho tiempo.
En efecto, las evidencias dejadas por los profanadores se muestran a manera de mantos despedazados y restos fragmentados de cántaros y utensilios diversos que se encuentran sobre el arenal.
No es para menos, sentí indignación al igual que mis acompañantes. Por eso desde esta página hacemos un llamado a las autoridades de Huaral, Chancay y el INC, para que coordinen con la Policía Nacional del Perú, a fin de que se realice rondas periódicas por esos lugares.
Lo más penoso, en parte de este espacio, se ha edificado una granja de pollos, situación que debería ser explicado por el municipio de Chancay.
Aquí les dejo un vídeo filmado en la zona: