Más de 65 mil viviendas afectadas, 36 mil personas damnificadas, 22 mil muertos y 30 mil heridos fue el resultado del simulacro de sismo de 7.9 en la escala Richter, realizada ayer en la mañana en nuestra provincia.
Resultados alertadores que demuestran la catástrofe que podría ocasionar en nuestra ciudad un sismo de esta naturaleza.
Pudimos observar como un grupo de ciudadanos alarmados por este gran sismo que podría azotar a nuestra provincia en cualquier momento, participaba activamente de esta convocatoria, mientras que otros en su gran mayoría se mantenían indiferentes frente a la muchedumbre que pugnaba por salvar sus vidas.
De haberse transformado a la realidad este sismo, las consecuencias serían más grandes y fatales, que la descrita por la oficina de Defensa Civil de la comuna Huaralina.
La participación de las diferentes entidades fue crucial para darle vida a este simulacro nacional, pero un sismo no es un teatro ambulante donde muchos se quedan observando, sino que tiene que mantener la misma acción de la realidad de los hechos.
Las recomendaciones para poner a prueba de la mejor manera nuestra capacidad de respuesta frente a un sismo, es precisamente la realización de estos simulacros, por lo que oportuna fue la intervención de los representantes de la municipalidad provincial, al demostrar el interés de ir tomando cada vez más conciencia de los daños que podría generar un movimiento telúrico de esta magnitud.
