El papa Benedicto XVI proclamó como “beato” a su predecesor Juan Pablo II (1978-2005) este domingo durante una multitudinaria ceremonia celebrada en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, ante decenas de miles de personas provenientes de todo el mundo.
El máximo religioso, que llevaba la casulla y la mitra de Juan Pablo II, pronunció la fórmula en latín a través de la cual elevó a la gloria de los altares a su predecesor, reseñó la agencia AFP.
En la ceremonia participaron representantes de 86 delegaciones de países extranjeros y 22 jefes de Estado y de Gobierno, entre los que se encontraban los presidentes de México, Felipe Calderón, de Honduras, Porfirio Lobo, y de Zimbawue, Robert Mugabe.
Una inmensa fotografía de 1995 de Karol Wojtyla, desplegada en el balcón central de la basílica, fue desvelada en el momento de la beatificación.
El culto litúrgico del nuevo beato será celebrado el 22 de octubre de cada año, en el aniversario del comienzo del pontificado de Juan Pablo II, en 1978.
La beatificación del Papa polaco, quien falleció el 2 de abril de 2005 a los 84 años tras una larga enfermedad, es el paso previo a la canonización y se llevó a cabo en un tiempo récord.
Días antes de la beatificación de Juan Pablo II, un grupo de 50 destacados teólogos de Alemania firmaron una carta en contra de esta ceremonia porque el entonces Papa no prestó el debido apoyo al arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero, asesinado hace 31 años por escuadrones de la muerte.
Los teólogos deploraron que la beatificación de Romero siga “bloqueada” por el Vaticano y consideraron que Juan Pablo II “traicionó” a la población más pobre de Latinoamérica.
Además recordaron la relación entre Karol Wojtyla y el fundador del ultraderechista Opus Dei, José María Escrivá de Balaguer.
Por su parte, el teólogo suizo Hans Küng, profesor emérito de Teología Ecuménica, criticó la beatificación de Juan Pablo II, al que consideró un pontífice “intolerante” y “autoritario”.
En declaraciones al diario alemán Frankfurter Runschau, el catedrático indicó que el antiguo Papa practicó “un magisterio autoritario con el que reprimió los derechos humanos de las mujeres y los teólogos”.
Küng denunció que el “lado oscuro” del pontífice polaco no ha sido tomado en cuenta en el proceso de beatificación y subraya que Juan Pablo II fue un papa “intolerante e indispuesto al diálogo”.
