Uno de los máximos representantes del fútbol huaralino, Pedro “Toronjo” Paredes, está pasando una grave dolencia que lo ha postrado a una cama del hospital neoplásica en Lima.
“Toronjo” Paredes, sería una de las victimas de este mal que azota a la humanidad como es el cáncer. Ante este padecimiento las autoridades huaralinas vienen ultimando detalles para organizar un evento deportivo para recaudar fondos y ayudar a su familia.
“Toronjo” Una historia de naranjas y Fútbol
Corría el invierno de 1962, un par de meses después del triunfo aprista en las elecciones presidenciales y del golpe de estado de la junta militar del general Pérez Godoy. En medio de esa coyuntura, un 29 de agosto, vino al mundo en los campos huaralinos Pedro Paredes Salvador, quien se haría conocido en el mundo futbolístico local como ‘Toronjo’.
Los primeros datos de su carrera remontan a 1979, año de la madurez (o debut en Primera) del ‘Toronjo’. Logró abrirse paso en el primer equipo de Unión Huaral al lado de verdaderas leyendas del club como ‘Pedrito’ Ruiz, los hermanos Eduardo y Humberto Rey Muñoz, Teodoro Wuchi y José Cañamero. Dirigido por Diego Agurto, el cuadro naranjero consigue clasificar entre los ocho mejores equipos del Regional para disputar la Liguilla por el campeonato, en la cual quedó último. Por entonces, los defensas centrales titulares eran César Carrillo, César Cáceres y Luis Pau; entre ellos, el emergente ídolo se abrió lugar.
Pedro el pegajoso
Desde sus inicios, Pedro Paredes fue un jugador recio, rudo y hasta artero, todas características poco o nada dulces, como su apelativo lo sugiere. Su puesto siempre supo de labores defensivas, como zaguero central que repartía “chiquitas” en la amarga labor de ablandar a los delanteros rivales. Ciertamente, muchos de ellos no se llevaron un buen recuerdo de sus duelos con ‘Toronjo’: Waldir Sáenz, por ejemplo, decía siempre que el defensa más duro al que había enfrentado era precisamente el zaguero huaralino. “El tío ‘Toronjo’ siempre te dejaba recuerdos”, solía musitar el goleador.
No obstante, la carrera de ‘Toronjo’ tuvo como mayor distintivo la fidelidad plena a la camiseta de Huaral. Por ello mismo, supo de todos los vaivenes que el cuadro del ‘Pelícano’ afrontó durante las décadas de los ’80 y los ’90 en el fútbol peruano. Por ejemplo, en 1981 Huaral zafó del descenso superando al Torino solamente por un punto en la clasificación general, y en los años posteriores la pasó vagabundeando entre la media tabla y los últimos lugares hasta que, de la mano de ‘Lucho’ Pau (ahora como entrenador), vio despegar a una generación gloriosa que culminaría por obtener el campeonato nacional.
El repunte huaralino comenzó en 1987, cuando los naranjeros lograron cuajar una excelente campaña punteando palmo a palmo con Universitario el torneo Metropolitano. Llegaron a la última fecha en igualdad de puntaje y forzaron así un partido definitorio en el que cayeron por 1-0. La misma historia se repitió en la Liguilla del Regional, en la que también acabaron empatados en puntaje con los cremas en el primer lugar y cuya definición perdieron nuevamente, esta vez 2-0. Poco tiempo después, Huaral y el ‘Toronjo’ -que para entonces ya era titular indiscutible- tendrían su revancha.
La mejor cosecha
El año del jubileo naranjero fue 1989, cuando la misma base que venía jugando junta por varias temporadas consiguió el campeonato nacional. Dirigida ahora por el yugoslavo Simo Vilic, tenía a Eusebio Farfán en el arco; Félix Puntriano, Carlos Cáceda, el ‘Toronjo’ y Guillermo Ferrari en la defensa; Jorge Cordero, José Muñoz y Enrique ‘Kike’ León; y el trío ofensivo era formado por Humberto Rey, Domingo Farfán y Ernesto ‘Venado’ Aguirre.
Huaral campeonó luego de vivir una semana brillante en el Nacional de Lima. El domingo 4 de febrero de 1990, debía jugar el último partido de la Liguilla del II Regional ante Universitario. En la hora previa, se especulaba mucho sobre el duelo que sostendría el ‘Toronjo’ con Andrés ‘Balán’ Gonzales, el delantero de moda por entonces. En declaraciones concedidas al diario La República, el zaguero definió su opinión sobre el tema: “(..) ‘Balán’ recién verá el domingo lo que es una marcación (…) Así juego (violento), es mi manera natural de ser. A ‘Balán’ lo trataré bien… no creo que le pase algo malo”.
a estrategia tendría resultados. ‘Balán’ estuvo anulado, Huaral tomó la ventaja con tanto de ‘Mingo’ Farfán y la ‘U’ solo pudo empatar a poco del final con un penal ejecutado por ‘Puchungo’ Yáñez. Ante más de 43 mil espectadores, el cuadro naranjero se consagró campeón Regional y se clasificó a la Copa Libertadores por primera vez en 13 años. Además, ganó el derecho de disputar el título nacional de 1989 con Sporting Cristal, campeón del I Regional.
El cotejo contra los rimenses se iba a disputar el miércoles 7 de febrero, pero por una huelga de trabajadores del IPD que impidió subsanar el aniego del campo no pudo abrirse ese día el estadio Nacional. Por ello, el duelo se trasladó a Matute, donde la noche del jueves 8 la ciudad de Huaral vivió una de las fiestas más grandes de su historia. ‘Toronjo’, como había hecho en muchos partidos del campeonato, tomó la marca de Francesco Manassero, a la sazón conductor de la volante celeste. El volante fue anulado por el zaguero huaralino, y acabó teniendo que dejar su lugar a Óscar ‘Payasito’ Calvo. En tiempo extra, al minuto 113, el ‘Venado’ Aguirre se escapó por derecha y en el arco Sur, marcó el gol que le dio a Huaral el segundo título nacional de su palmarés (y último hasta la fecha).
Al año siguiente, ‘Toronjo’ jugó su única Copa Libertadores y empató 0-0 en su debut ante los cerveceros, en un nuevo partido accidentado por un apagón que suspendió las acciones a los 63′. Otra vez, tomó la marca de Manassero, y se fue convirtiendo en baluarte de la campaña huaralina. Jugó todos los partidos, incluidos el 1-0 sobre la Universidad Católica de ‘Chemo’ del Solar y el empate 1-1 con Colo-Colo. Pero el mejor partido de este Huaral y de ‘Toronjo’ como baluarte defensivo fue el recordado empate 2-2 en San Carlos de Apoquindo contra la Católica, con un gol sobre la hora de Alfonso ‘Cococho’ Reyna que les dio a los naranjeros el punto necesario para pasar a octavos de final, instancia en la que fueron eliminados por el EMELEC ecuatoriano.
El leñador inocente
La década de los 90’ fue decididamente menos simpática para el ‘Toronjo’, ya que estuvo marcada por los ascensos y descensos que hicieron pulular a Huaral de Primera a Segunda y viceversa. Sin embargo, existe un detalle tan estadístico como anecdótico que “limpia” un poco a Paredes de los fracasos huaralinos de aquellos años: jamás estuvo en el campo en los cotejos en que el cuadro naranjero perdió la categoría.
Así, en 1991, Paredes había sido titular todo el año junto a Frank Ruiz en la zaga central, hasta que, a inicios de la segunda rueda del II Regional Metropolitano, una lesión lo dejó de lado por el resto de la campaña. Su lugar fue ocupado por Marco Sampén, y allí Huaral inició un declive hasta perder la categoría en la penúltima fecha, luego de empatar 2-2 con Cristal en Matute y dejar la mesa servida para que horas después Yurimaguas -en “extraño” partido- venciera 2-1 a Universitario y decretara el descenso naranjero.
Luego, Huaral fue campeón de la Segunda División en 1992, al superar por dos puntos de ventaja al Kiwi – Ciclista Lima en el que emergía como centroatacante un joven Sergio ‘Checho’ Ibarra. Volvió a Primera como subcampeón del Torneo Zonal (detrás de Sipesa) y en 1993, con un plantel disminuido en el que ‘Toronjo’ era uno de los hombres con mayor experiencia, afrontó la campaña de Primera. Paredes fue nuevamente titular casi todo el año junto a Juan Vidales, quien había vuelto al club luego de su periplo por Alianza y Municipal. No obstante, en las fechas finales cedió su lugar a Walter Pereyra, quien alineó en la ‘Cancha de los Muertos’ ante Municipal en la derrota 2-0 que condenó a los huaralinos a volver a Segunda, en la fecha 29.
En 1994, Huaral volvió a ser campeón de Segunda, esta vez con Alberto Gallardo como técnico y con un plantel formado casi íntegramente por juveniles de Sporting Cristal, que mediante un convenio apoyó al cuadro naranjero. Claro, la excepción en el equipo era Paredes, ya convertido para entonces en emblema del club. Así, ‘Toronjo’ volvió a Primera en 1995, para jugar la que sería su última campaña en la máxima categoría. En cotejo postergado por la fecha 13 ante Universitario, sufrió la que sería la última expulsión de su largo “prontuario”: por un codazo a Jorge Amado Nunes, el juez Luis Díaz le mostró la roja. En la fecha 21, ante Sport Boys, jugó su último partido en Primera, por lo que no estuvo en la triste jornada del 15 de octubre de 1995, en la que Huaral perdió en su campo 2-4 ante Sipesa y fue increíblemente superado por Torino, que estaba casi deshauciado fechas antes, para decretarse su descenso.
Siempre fiel
‘Toronjo’ jugó nuevamente en Segunda con Huaral hasta 1997, año en que decidió poner fin a su carrera. Sin embargo, para la temporada 2001, el cuadro naranjero, envuelto en una seria crisis económica, era candidato firme a descender a su liga de origen y hasta debía jugar de local fuera de su ciudad de origen por no poder afrontar el alquiler del Julio Lores Colán. Paredes decidió dejar sus cuarteles de invierno y apoyar al equipo como técnico-jugador, lo que lo elevó a niveles de idolatría máxima entre los hinchas del ‘Pelícano’. Con ‘Toronjo’ en el campo y el banco, Huaral salvó la categoría y el zaguero acabó cargado en hombros en su último partido en cancha de la UNI, a los 38 años de edad y pese a la derrota 0-2 ante Bella Esperanza.
Por supuesto, ese gesto se pagó con creces al año siguiente: desde la tribuna, ‘Toronjo’ vio cómo su querido Huaral, de la mano de ‘Pedrito’ Ruiz, volvió a Primera al ser campeón del ascenso en ajustada campaña peleada palmo a palmo con Villa del Mar. Eso le dio la opción también de dirigir un partido en la máxima categoría de forma interina: en 2005, tras la salida de Rafo Castillo, tomó el equipo en la fecha 15 del Apertura, en la derrota de Huaral 0-1 ante Cienciano, en conjunto con el preparador físico ‘Willy’ Laya.
Hoy, Huaral pelea en su liga por volver a través de la Copa Perú. A despecho de lo cual, su enorme hinchada recuerda cómo ‘Toronjo’ Paredes se convirtió en un emblema para la institución por su identificación y entrega. ¿Cuántos jugadores de juego tan rudo son recordados de forma querida? Es tan difícil conseguirlo como que la naranja comparta cosecha con una toronja. ( Agradecimiento al Periodista David Borja Carhuachin)
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
Recopilación: Juan Carlos chuquilin Barrantes/ www.huaral.pe
Fotos y recortes: diarios El Comercio, Ojo, La República y La Crónica; archivo José Augusto Giuffra