El oleaje arrasó con todo. Varios comerciantes se vieron afectados por una fuerte marejada que cerca de las 3 de la mañana impactó contra el muelle artesanal de Ancón.
Varios restaurantes ubicados al borde del mar vieron sus enseres destruidos por la furia del mar.
Algunos residentes manifestaron que a lo largo de la noche el mar creció en varias oportunidades. Incluso, algunos residentes estuvieron a punto de dejar sus casas.
La Marina de Guerra aseguró que los oleajes anómalos se deben a la energía residual producto del tsunami de Japón.
El mar se mantendrá agitado por menos hasta el martes por la madrugada.