El implacable sol, altas temperaturas y el poco tiempo que tenemos en esta época pre-vacacional hace que las piscinas privadas y públicas sean las reinas del verano en la capital. Sin embargo, la falta de cuidados en su mantención propicia un aumento en las infecciones y enfermedades transmitidas a través del agua.
1. Procura hacerle el quite a piscinas que muestren mugre en el fondo, agua verdosa o estancada durante mucho tiempo.
2. No tragues agua. Evita incluso que ingrese a tu boca.
3. Date una ducha antes y después de ingresar al agua. La previa te servirá para eliminar sudor y otras impurezas que cargas, mientras que la posterior te ayudará a erradicar lo que adquiriste al estar en contacto con el líquido que compartiste con otras personas.
4. Si estás con niños, evita que orinen o defequen en el agua, aunque usen pañales. Si llegasen a hacerlo, y no te percatas, el agua quedará absolutamente contaminada con materias orgánicas nocivas, las que podrían redundar en cuadros digestivos severos.
5. Toda piscina debe tener un Salvavidas y un botiquín de fácil acceso. Si alberga a más de 400 usuarios, debe contar con enfermería.
6. La temperatura del agua debe ser, como máximo, de 18° C. Mientras más alta es esta, se corre el riesgo de desarrollar bacterias y otros microorganismos.
7. Pon interés a las campañas informativas sobre la correcta manipulación de alimentos, el cuidado de la piel y los ojos frente a la radiación ultravioleta del sol.
8. Atienda las recomendaciones de las autoridades sobre el uso de las playas y piscinas saludables y también colaborare con su mantenimiento.
9. “Las playas no son basureros, no ensucies”, contribuya a la buena conservación del litoral evitando arrojar desperdicios.
Por: Melvyn León Ángeles