El malestar se genera porque los trabajos se ejecutan en parelelo.
Sortear los montículos de desmonte, basura y tierra que se acumulan en el frontis de sus casas, se ha vuelto algo cotidiano para los moradores de la ciudad de Huaral, quienes se sienten disgustados debido a las consecuencias que dejan los trabajos, en simultáneo.
Lo que causa extrañeza para los vecinos de Tupac Amaru y Dos de Mayo es que nuevamente se están ejecutando obras que hace pocos años fueron inauguradas.