El filosofo alemán Arthur Shopenhahuer, decía que solamente hay dos cosas que son inconmensurables, una es el infinito y otra es la estupidez humana, esta frase se puede aplicar muy bien en el caso del alcalde de Chancay, ya que solamente se puede calificar de una ilimitada estupidez, el hecho de que el Dr. Juan Álvarez Andrade, quien es de profesión Abogado haya procedido a interponer una denuncia penal ante la Tercera Fiscalía de Investigación de la Provincia de Huaral, (carpeta 1196-2009) a cargo del Dr. Terrel contra el occiso alcalde de Chancay, César Briceño Casas, amado y recordado por la población de Chancay, quienes no salen de su asombro ante esta noticia y se encuentran totalmente indignados con el alcalde Juanelo, por semejante sacrilegio.
Es inconcebible que Juanelo, haya formulado denuncia penal contra una persona fallecida, cuando hasta el más ignaro sabe que toda responsabilidad penal, civil o administrativa se extingue con la muerte, por lo que nadie comprende que es lo que ha motivado a Juan Álvarez y a su procurador Alberto Cangana, a cometer semejante barbaridad jurídica, digna de estar entre los actos más insólitos que haya dado la humanidad.
Juanelo ha formulado la denuncia penal con fecha 11 de Junio del 2009 y acusa a César Briceño Casas de apropiación ilícita, peculado, malversación de fondos y abuso de autoridad, sin embargo a todos los chancayanos les consta que César Briceño fue un alcalde honesto, ya que el actual alcalde se desempeñó como su Teniente alcalde en dicho periodo, entonces la pregunta es ¿por que lo denuncia?; que intereses mezquinos y deleznables, han existido detrás de esta denuncia, ya que la tesis de que Juanelo ignoraba esta denuncia no tiene asidero alguno, por la trascendencia del caso, el Dr. Juan Álvarez tiene que haber leído la denuncia, para autorizar a su procurador, es lo mínimo que hace un abogado diligente y responsable, sobre todo teniendo en cuenta que Juanelo siempre se ha ufanado ante sus regidores que el no necesita asesores, ya que él es abogado, de lo que se infiere que, conocía perfectamente lo que hacía y por lo tanto es el único responsable de tan absurda denuncia, que pinta de cuerpo entero la incapacidad del alcalde y su procurador.
Hasta el cierre de esta edición Juanelo no ha pedido perdón al pueblo de Chancay, demostrando una soberbia ilimitada, creemos que Chancay merece una explicación y la familia del recodado Cesar Briceño, también, ya que atentar contra la memoria de los fallecidos también es un delito señor Juanelo.
Que, lastima que la historia recuerde a Juanelo como el alcalde denuncia muertos.
Fuente: El Reportero de Huaralenlinea.com.
