No se parece a ningún chicle de los que debe haber probado alguna vez y mucho menos podrá hacer globitos con él. Se trata de un fármaco que libera cantidades controladas de nicotina y simula el efecto placentero de un cigarrillo cuando es fumado, pero sin las sustancias dañinas que contiene, como el alquitrán y el monóxido de carbono. Es masticar para creer.
Cuando el médico le dijo a Hugo que tenía que dejar de fumar por su condición de diabético, sabía que sería una situación difícil, a sus 60 años quitarse el cigarro era imposible. Lo había intentado muchas veces sin mayor suerte. Probó con los chicles de nicotina y hasta ahora parece tener la situación controlada. «Lo bueno es que vienen con sabor a menta», dice.
El doctor Alfredo Saavedra, siquiatra y Director Ejecutivo del Centro de Déficit de Atención y Memoria, señala que cuando un fumador intenta dejar el cigarro, a pesar de su fuerza de voluntad la probabilidad de lograrlo es menor del 5% por año, pero si cuenta con el apoyo de programas de consejería y/o tratamientos de reemplazo de nicotina (Nicotinell) las posibilidades suben hasta en un 30%.
Explica que cuando se intenta dejar de fumar, el descenso brusco de la nicotina (que es la que genera la adicción) suele causar un síndrome de abstinencia, caracterizado por avidez de un cigarrillo, conductas de irritabilidad, ansiedad, dificultades para concentrarse, insomnio y aumento de apetito, cuadro que puede extenderse hasta 45 días, lo cual lleva muchas veces a fracasar en el intento.
Adiós ansiedad.Esta terapia se basa en el uso de la nicotina en dosis decrecientes para ayudar al paciente a desplazar la ansiedad y los síntomas del síndrome de abstinencia hasta eliminarlo por completo.
Al reducir gradualmente la cantidad de chicles, y por lo tanto la cantidad de nicotina de reemplazo, se logra dejar de fumar.
Es importante saber que masticar el chicle de nicotina no es como masticar un chicle normal. Para que el tratamiento sea eficaz es preciso hacerlo lentamente hasta que el sabor se concentre en la mejilla y la encía, momento que se debe hacer una pausa y dejar reposar. Una vez que el sabor haya desaparecido, volver a masticar.
Se debe repetir esta rutina por unos 30 minutos. Si antes no pasaba o ni siquiera masticaba los tratamientos para dejar de fumar, esta alternativa promete estar al alcance y gusto de su boca.
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