Al menos 10 enfermedades serias que afectan la parte física y mental del ser humano pueden producirse por el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, desde la intoxicación del sistema nervioso central hasta la cirrosis hepática terminal, advirtió hoy el Hospital Hermilio Valdizán.
Jaime Jiménez, jefe del Departamento de Adicciones de ese nosocomio, detalló que el exceso de licor genera comúnmente irritación de las mucosas gástricas, lo cual puede devenir en una gastritis erosiva y crónica con sangrado y daños progresivos en el sistema digestivo.
Además el hígado órgano que metaboliza el alcohol ve dañadas sus células y se debilita, lo que se manifiesta con la aparición de gotas de grasa (hígado graso) y cirrosis que en algunos casos es terminal, al quedar incapacitado el hígado para metabolizar el alcohol.
«El efecto sobre el estómago se puede hacer crónico con la gastritis y los sangrados digestivos. Hasta se perfora la mucosa estomacal», alertó el especialista al precisar que incluso pueden producirse várices de esófago dado que el consumidor excesivo de alcohol vomita mucho.
Cuando el hígado está fallando comienza a hincharse y la circulación sanguínea se hace deficiente, se forman várices en el abdomen e inclusive se produce una reducción de las hormonas masculinas y esterilidad, al disminuirse la producción de espermatozoides, anotó.
Trastornos de memoria
Con el tiempo también es posible sufrir daños neuronales y trastornos de memoria como el síndrome de Wernicke o fase amnésica crónica y la psicosis de confabulación o síndrome de Korsakoff, traducida en vacíos de memoria que el alcohólico llena con mentiras e invenciones.
El especialista en temas de alcoholismo agregó que, por lo general, el bebedor adicto presenta problemas nutricionales, pues el licor, si bien es cierto contiene calorías, carece de vitaminas y proteínas, por lo que el consumidor no siente deseos de comer y no se alimenta como debería.
«El alcohólico toma fermentados o bebidas destiladas fuertes como ron, pisco y alcohol metílico que se vende a un sol. Este llega más rápido al hígado y es más dañino para el sistema nervioso central, produciendo pérdida de capacidad intelectual».
Es común ver a un alcohólico pálido y anémico, con problemas de equilibrio y coordinación al caminar, con dolores articulares y hasta con temblores que son confundibles con el mal de Parkinson, que afectan el control cerebral sobre los movimientos musculares, manifestó.
Fases de la embriaguez
Mencionó que muchos especialistas coinciden en establecer cuatro fases de la embriaguez:
La «fase loro» : presenta sintomas de exceso de locuacidad
La «fase mono» : el bebedor hace bromas, chistes y «payasadas»
La «fase tigre»: muestra agresividad del bebedor belicoso; hasta terminar en….
la «fase cerdo» momento en que el individuo vomita, orina y se ensucia bajo los efectos del alcohol.
En ese sentido, Jiménez sostuvo que lo recomendable es no beber hasta embriagarse y procurar solo acompañar una comida, por ejemplo, con solo un vaso de cerveza o una copa de vino.
Fuente: Andina Noticias.